Con la elección de Mario Loayza Moreano como nuevo alcalde del distrito cusqueño de San Sebastián, la población de esta antigua parroquia de los indios – una de las ocho creadas en el siglo XVI alrededor de la ex capital imperial – llega al poder local municipal un descendiente de la antigua nobleza ayarmaca.
Cuando a partir de 1979 se eligen alcaldes en vez de nombrarlos, los descendientes de la antigua nobleza inca y ayarmaca volvieron frecuentemente como alcaldes en San Sebastián, como por ejemplo Alfredo Inca Roca Concha de 1987 a 1989 y Andmar Sicus Cahuana de 2014 a 2018 (1).
En el siglo XVI la mayor parte de seis ayllus imperiales se ubicaron en esta parroquia; los descendientes de los gobernadores Inca Manco Capac (Chima), Sinchi Roca (Raurau), Capac Yupanqui (Apumayta), Inca Roca (Vicaquirao), Yahuar Huacac (Aucaylle) y Viracocha (Sucso) (2).
Pero allí vivía también la población pre-inca, los Ayarmaca. Todos estos ayllus tenían sus propias familias nobles. Al inicio de la Independencia todavía había más de 30 familias, entre ellos las familias nobles Ayarmaca llamadas Galicia, Huamantupa, Mendoza, Moreano, Ninancuro, Quispe Amau, Sicos y Toccay (3).
No se sabe mucho de los Ayarmaca, pero según el arqueólogo Alfredo Mormontoy Atayupanqui sería una posibilidad que los Ayarmaca corresponden a la cultura killke, que estuvo en el Cusco antes del Tawantinsuyo. “Quizás la cultura killke y por eso los Ayarmaca, son los Incas pre-imperiales”, según Mormontoy (4), “en Cusco falta atención a investigar en más detalle el periodo anterior de los Incas”.
Linaje
I Ignacio Amau Moriano * ...; Noble del ayllu Ayarmaca, x María Palla Cusi * ...
II Juan de Dios Moriano ~ San Sebastián 10-3-1778; Noble del ayllu Ayarmaca, x Casimira Ninancuro Cusi * ...
III Anselmo Moriano ~ San Sebastián 20-4-1814 xI María Ccoscco * ...
IV Ramón Moriano/Moreano Ccoscco ~ San Sebastián 30-8-1842 x Asencia Luza * ...
V Ignacio Moriano Luza * ca. 1875; Agricultor x Rosa Mendoza * ca. 1880; Tejedora e hilandera
VI Mariano Mercedes Moreano Mendoza * 1899/1900 + San Sebastián 16-12-1971 x Estefa Torre Alegría * ...
VII Elisa Moreano Torre * 1936/37 + San Sebastián 30-9-1975 x Teófilo Loayza Quintanilla * ...
VIII Mario Loayza Moreano * ...; Alcalde-electo de San Sebastián
Fuentes
1. Elward, R. (2018). Los Incas Republicanos: La élite indígena cusqueña entre la asimilación y resistencia cultural durante el siglo XIX (p. 501). Lima: tesis de maestría en historia UNMSM.
2. Amado Gonzales, D. (2009). La formación de parroquias y la nobleza incaica en la ciudad del Cuzco. En L. Nieto Degregori (Ed.), El ombligo se pone piercing, identidad, patrimonio y cambios en el Cuzco (pp.11-45). Cusco: Centro Guamán Poma de Ayala.
3. Elward, R. (2018). Los Incas Republicanos: La élite indígena cusqueña entre la asimilación y resistencia cultural durante el siglo XIX (pp. 447-496). Lima: tesis de maestría en historia UNMSM.
4. Entrevista en Cusco el 12 de Febrero 2018.
miércoles, 31 de octubre de 2018
domingo, 29 de abril de 2018
FALLECIÓ A LOS 98 AÑOS EUGENIA CHUKIWANKA, DESCENDIENTE DEL EMPERADOR HUAYNA CÁPAC
Doña Eugenia Chukiwanka Ocharán (1920-2018). Foto: Leslie Searles. |
Doña Eugenia no solo era una descendiente del emperador Huayna Cápac (ver su árbol genealógico al final). Ella era bisnieta del último cacique de Azángaro, Manuel Choquehuanca (1773-1849), un poderoso hombre del sur del Perú. Por lo inusual de la cercanía generacional ella fue quizás la única persona de la nobleza indígena en el Perú que guardaba recuerdos familiares que cubrían casi 200 años de historia republicana, y que pudieron darse a conocer.
Este linaje de descendientes de Huayna Cápac tradicionalmente había vivido en Puno donde fueron caciques de Azángaro durante casi 300 años, y la familia más rica del sur del país hasta que perdieron poder económico, político y social durante el siglo XIX e inicios del XX, como ocurrió con todos los nobles indígenas del Cusco.
Un aspecto interesante en la evolución de esta familia es su transformación política. De ser unos caciques extremadamente fieles a la corona española pasaron a convertirse, uno de ellos, en prócer de la Independencia (José Domingo) y otro, Francisco, en líder indígena y padre de doña Eugenia. Aquí la conversación que sostuvimos entonces.
Don Francisco Chukiwanka Ayulo con su familia, ca. 1930. Fuente: colección privada. |
Sí, y fue perseguido. Hasta el presidente Sánchez Cerro lo deportó porque decía que tenía ideas revolucionarias. Él era indigenista, quería al indio en una época cuando se consideraba que era lo más bajo.
¿Por qué eligió su padre esa vocación?
Él se sabía descendiente de incas y eso le llevó asumir la defensa del indio. Todavía me acuerdo cuando caminábamos del pueblo a la hacienda, en el camino él siempre saludaba con mucho respeto a los indios y yo me molestaba con eso, porque era muy niña y seguramente pensaba que el campesino era inferior.
Mucha gente pensaba así en esa época…
Bueno, por ejemplo, aquí en Arequipa cuando se recibió de abogado le suspendieron la tesis porque le dijeron que estaba a favor del campesino. En un momento el rector le preguntó ‘¿usted cree que el indio puede superarse?’ Sí, le contestó. Creo. Y la prueba la tengo en usted, le dijo al rector. Y ahí le echaron. Por eso se fue hasta Lima a sacar el título de abogado.
¿Conoce el significado de su apellido?
Choquehuanca es un apellido indio y antes de la llegada de los españoles el apellido era Chuquihuanca. ‘Chuqui’ quiere decir oro y ‘huanca’ columna, que después se españoliza porque los españoles no lo podían pronunciar bien y se convierte en Choquehuanca. Pero mi padre le vuelve a cambiar la ortografía a Chuquihuanca, y después en su nuevo alfabeto quechua a Chukiwanka.
A mí me da la impresión que en Perú la gente no sabe mucho qué pasó con los incas después de la Conquista.
Es que los exterminaron.
Pero usted está aquí.
Ah, bueno… es que no desciendo ni de Huáscar ni de Atahualpa, cuyas familias sí exterminaron, sino de Huaco Túpac [Cristóbal Paullu Inca], que logró escapar.
Durante la colonia en Cusco había todavía muchos descendientes de los Incas…
Los incas tenían que apoyar a los españoles para no ser exterminados. Esto pasó con Diego Choquehuanca*, que estaba en contra de la revolución de Túpac Amaru, porque no había otra opción. De lo contrario, nos mataban. Así que no nos exterminaron del todo. Parece que existe un poquitito y usted ha descubierto eso [sonríe].
El emperador Huayna Cápac, según dibujo de Guamán Poma de Ayala. |
Sí, él fue el último cacique, padre de doña Manuela, mi abuela. Recuerdo que me contaban que era un tipo que estaba más con el indio. No como su abuelo Diego, quien no quiso apoyar a Túpac Amaru y protegió a los españoles. Su hijo Manuel cambió.
Fue una época de mucho poder…
Durante el tiempo del cacicazgo tenían bastante dinero y muchas haciendas. Tenían un título y un escudo. Eran gobernadores pues. Muy buenos lujos, muebles de Inglaterra. La vestimenta era como el español, con sombrero y montera. Importaban semillas y ovejas de Europa. Tenían fiestas, eran personas importantes. Mientras tanto abajo estaban los indios, semi esclavos.
Después de perder el cacicazgo su bisabuelo siguió siendo poderoso…
Él se casó con doña Carmen Ayulo. La familia de ella también tenía dinero, decían que era de origen italiano y habían fundado un banco. Pero en el fondo a él le dolía haberse casado con una extranjera y decía: ‘Lo único que siento es haber mezclado mi sangre con un ajeno’. Y decía que debió casarse con otra descendiente de incas.
Pero esa unión enriqueció más a la familia...
Su hija, mi abuela Doña Manuela Choquehuanca Ayulo, heredó la hacienda Picotani en Azángaro y dos haciendas en Bolivia: Duraznillo y Humasani, que tenía varios climas, costa, sierra y selva. Importaba las muebles de Inglaterra. Ella tuvo ocho hijos y su fortuna desapareció al dividirse todo con las herencias. Murió a la edad de 91 años en Arequipa, en 1925. Lo único que heredé fue su piano. Al final la reforma agraria terminó de quitarnos lo poco que quedaba.
Usted viene de esa rama...
Doña Manuela se casó con un Paredes, un cónsul de Bolivia. Tuvo cinco hijos, 2 hombres y 3 mujeres. Después con el abogado Bernardo Miranda tuvo a mi tía Julia, tía Isabel y a mi papá. Pero mi tía Isabel no usaba el Choquehuanca, si no Ayulo. Eugenia Paredes, unas de las hijas de su primer compromiso fue mi madrina de bautismo. Mi padre había querido ponerme nombres incas pero ella dijo que no, que solamente lleve su nombre. Así que soy Laura Eugenia, por mi madre y por ella.
La casa de la familia Choquehuanca en Lampa, Puno, donde creció Doña Eugenia. En su momento fue una de las mejores casas del lugar. Foto: R.Elward. |
Nací en Lampa. Mi niñez la pasé en el campo, en la propiedad que teníamos, en ese entonces a un km de la ciudad. Ahí viví tres culturas y tres religiones: la del indio, la pachamama; la católica, que era de mi madre; y la de mi papá, que era libre-pensador. Yo he amalgamado las tres a mi modo y a mi manera.
¿Usted conocía desde siempre el pasado de su familia?
Desde niña mi papá nos decía que éramos descendientes de los incas. Pero no hacía publicidad de eso porque él era un rebelde y estaba contra el orden social de la época.
¿Eso tuvo algún impacto en su niñez?
Yo hice la secundaria en Lima, en el colegio Dalton, que habían fundado los hermanos José Antonio y Enrique Encinas, amigos de mi padre. Como ellos sabían que yo era de esa rama, en el colegio se enteraron y mis compañeras me molestaban. Me llamaban ‘princesa’, y una adolescente no se siente halagada cuando te preguntan ‘dónde está tu capa, por qué no has traído tus plumas’.
¿Cómo reaccionó ante eso?
Lo combatí estudiando el doble y contestando todas las preguntas. Yo sabía mucho y eso les daba vergüenza, que una sepa mejor que las limeñas. Ahora no les enseñan nada a los jóvenes. La educación está mal, se copian todo, antes era memorista, pero muy buen conocimiento.
Pero usted sabía que era descendiente de los Incas.
Sí lo sabía, por mi padre. Pero hay que saber más porque todos son leyendas, como los hermanos Ayar, que no es realista. Pero es necesario conocer de dónde venimos.
¿En esos años era difícil apellidarse Choquehuanca?
En mi familia sí. Mi tía Isabel no usaba el Choquehuanca sino Ayulo, y se lo cambió porque su hijo quería entrar la marina. Así que tomó el de Corrales Ayulo porque el apellido Choquehuanca era indio y en la sociedad de Lima no podías tener apellidos indios. ¡Dónde has visto en la Marina alguien con apellido Choquehuanca!
¿Qué significa su apellido para Ud.?
La persona hace al apellido y no el apellido a la persona. Yo estoy tranquila con mi apellido. De donde proviene, también sé qué significa. Me he hecho a esa idea desde chiquita, entonces para mí no es un problema. Pero sí ha habido y hay gente que se cambian de nombre, como de Quispe a Quimper, y muchos así.
¿Qué cree usted que su familia significa para el Perú?
Es una familia con un significado para el país. Ha sido la familia más visible desde el discurso de José Domingo Choquehuanca. Y ha habido de todo, abogados, doctores, luchadores, y han tenido bastante influencia en la historia peruana. Todos han querido hacer algo, siempre han intervenido en la historia, ya sea a favor o en contra.
Prócer de la Indepedencia: José Domingo Choquehuanca. Imagen: Google. |
Allí estuve cinco años y después estudié Ciencias Humanas y Letras en tres universidades: en Lima, Cusco y Arequipa, porque mi padre era muy inquieto en cuanto a mi formación, y al final me dediqué a la enseñanza de Historia y Geografía.
¿Qué piensa usted de Lima?
Antes en Lima había gente culta, la cámara de senadores y diputados. La mayor parte era gente culta, gente con una profesión. Ahora dígame, ¿quiénes van al Senado? Quién va a formar este grupo. Gente que no saben hablar, no tienen educación. Está muy mal ahora.
¿Habla quechua?
Siempre en mi infancia estuve rodeada de campesinos, he vivido con ellos por eso hablo perfectamente el quechua, y el aimara sé pero no mucho.
¿Cree que hay que ser bilingües?
Yo pienso que es importante que la gente sepa algo de quechua. El campesino siempre piensa en su idioma materno y habla el castellano. Ahí en la hacienda que teníamos me decían: ‘yo hago hablar al libro pero lo único que no sé es lo que quiere decir’.
¿Habría que enseñar quechua en los colegios?
Es necesario enseñar en los colegios secundarios, juntamente con el inglés que es el idioma universal, para poder interpretar la historia y el alma del campesino. Eso no ocupa mucho campo. En la tesis que presenté para profesora hablaba sobre la necesidad de la enseñanza del quechua en la escuela secundaria, porque tienen que saber y que se sepa como cultura.
¿Y usted cree que la gente hoy debería saber más de esa época?
Yo creo que en Perú falta una persona que investigue de dónde vienen los incas. Hay que conocer más de nuestros orígenes.
Palacio de Huayna Cápac en Urubamba, Cusco. Foto: R.Elward. |
Para qué retroceder en el tiempo. No vale la pena. Lo que sí es que no debió desaparecer de esa manera, con tanta crueldad. De niña nos sentíamos hermanos con los antiguos, pero para qué recordar.
Hubo un intento de volver a instaurar el imperio.
Hubo varios. Uno de esos fue a principios del siglo XX, en Puno, cuando un señor, Clodomiro Rodríguez, quiso levantarse y que mi padre asumiera el trono. Pero él no estuvo de acuerdo con eso y decía “cómo puedo ser heredero si no estoy reclamando nada”.
¿Y siente en usted un legado inca?
Los incas supieron gobernar y tenían su lema “No seas ladrón, no seas perezoso, no seas mentiroso” y eran disciplinados con eso. Y algo de eso siento que yo tengo porque me gusta enseñar, gobernar. Por eso a mi edad sigo siendo capitán de mi propio barco. Algo he heredado.
¿Cómo le gustaría que la gente recuerde a su familia?
Le gente necesita recordar más, como que mi padre abrió una escuela particular en su propiedad. Fue un auténtico defensor indigenista. Los Choquehuanca han hecho algo para tener un espacio en la historia, José Domingo y Francisco. Mi padre porque era descendiente de los incas tomó la defensa del indio y sufrió mucho por ello.
¿Cree que el país tiene una deuda con su familia?
De una manera indirecta, quizás, porque los Choquehuanca siempre han participado en la historia. Le hemos dado prestigio al país, pero no hemos recibido un reconocimiento. Es una deuda que no se puede pagar.
¿Doña Eugenia, se siente peruana?
Yo me siento cosmopolita. Como dice González Prada, “donde me estrechen generosas manos, donde me arrullen tibias primaveras, ahí veré mi patria y mis hermanos…” Soy cosmopolita, no hay nada que hacer. Hay que amalgamar las culturas. Eso es lo mejor. …..
***
Árbol genealógico de Doña Eugenia Chukiwanka Ocharán
* Diego Choquehuanca Huaco Túpac Inca (Cácique de Azángaro, 1705-1792), llegó a tener 11 haciendas, un palacio en Azángaro, 100 mil cabezas de ovino, 20 mil vacas, 10 mil alpacas y llamas. Él protegió a los españoles contra la rebelión de Túpac Amaru porque la posición de los caciques dependía de la corona. Su nieto, José Domingo, fue Prócer de la Independencia.
Hacer clic aquí para ver la entrevista publicada por El Comercio en marzo 2011.
martes, 6 de marzo de 2018
SE PUBLICARON LOS RESULTADOS DEL PRIMER ESTUDIO GENÉTICO DE DESCENDIENTES DE EMPERADORES INCAS /1
Un equipo de investigadores de Perú, Brasil y Bolivia acaba de publicar en la revista ‘Molecular Genetics and Genomics’ el primer estudio genético enfocado en los descendientes contemporáneos de la familia imperial Inca, cuyos antepasados gobernaron el mayor imperio precolombino de las Américas – el Tawantinsuyu.
Debido a que aún no se cuenta con registros de momias o restos óseos de los gobernantes Incas, el estudio usó el abordaje genealógico y genético para rastrear las “marcas” genéticas de sus descendientes, cuyos linajes paternos están documentados en los archivos coloniales del Perú y que son investigados hasta la actualidad /2.
Las muestras se tomaron a 18 individuos varones, que representan a 12 familias en su mayoría de los distritos de San Sebastián y San Jerónimo en el Cusco. Los resultados de ese estudio desvelaron linajes distintivos que descienden de dos diferentes fundadores quienes podrían estar vinculados a los emperadores Incas, y a una expansión que se dio en los Andes durante el Período Intermedio Tardío (1000-1450 AD).
El primer fundador está relacionado a cinco familias (ocho individuos), todos pertenecientes a las parcialidades (antes llamados ayllus) Sucso y Aucaylle de los distritos San Jerónimo y San Sebastián cerca de la ciudad del Cusco.
En la época colonial estos dos ayllus estaban vinculados a los descendientes de los gobernadores Viracocha y Yahuar Huacac, respectivamente. En la investigación, este grupo es identificado como AWKI-1 y se ha calculado que el ancestro común de estas cinco familias vivió 18 generaciones atrás. Si calculamos 30 años por generación, esta persona existió alrededor del año 1480 AD, en pleno imperio Inca.
Los parientes más cercanos de estas cinco familias son una familia de Cusco (dos individuos), que en la época colonial pertenecía al ayllu Avaynin, los descendientes del gobernador Lloque Yupanqui - una familia de la mitad hurin - a diferencia de los Sucso-Aucaylle, que pertenecían a la mitad hanan.
Otros parientes cercanos de estas familias son cinco individuos de la isla Anapia y la comunidad de Santa Rosa de Yanque del Lago Titicaca, y tres individuos del Cañon de Colca y Chuquibamba en Arequipa y Ayacucho, respectivamente.
Según el cronista Fray Alonso Ramos Gavilán (1570-1639), el primer gobernador Inca del Collasuyo, incluyendo el Lago Titicaca, fue Apu Inga Sucso, nieto de Viracocha. Lo que indica que hay un vínculo histórico entre esa zona y el ayllu Sucso.
El segundo fundador está relacionado a un solo individuo entre estos 18 descendientes. Sin embargo, en la base de datos general se ha encontrado que él es un pariente cercano de 32 otros individuos, de diferentes partes del Perú: aparte del departamento del Cusco (incluido Pacaritambo), aparecen vínculos en Amazonas, Arequipa, Ayacucho, Junín y Puno, y fue identificado como AWKI-2.
Se ha calculado que el ancestro en común de varios de ellos vivió hace 30 generaciones, o sea 900 años atrás, alrededor 1100 AD. La expansión de este grupo ocurrió entre 1000 y 1450 AD durante el Periodo Intermedio Tardío.
Estos son los resultados de una primera investigación del ADN de los Incas, que da pistas fascinantes para seguir indagando. Además, demuestra claramente la continuidad de los ayllus Sucso y Aucaylle desde el siglo XV. Naturalmente se tendrán más luces con estudios de DNA antiguo, si se logra encontrar restos de familiares inmediatos de los gobernantes Inca.
Una colaboración internacional en curso
Este estudio comenzó con una red colaborativa de genetistas sudamericanos hace aproximadamente 11 años, en el curso del Proyecto Genográfico Sudamericano dirigido por el Dr. Fabricio Santos de la U. Federal de Minas Gerais (UFMG), Brasil. Este proyecto contribuyó en la reconstrucción histórica de algunos pueblos, tales como Los Uros de Perú y Bolivia, así como de los Kechwa Lamistas del departamento de San Martín.
El trabajo fue financiado principalmente por la National Geographic Society (NGS) de EE. UU y un segundo financiamiento al equipo peruano liderado por los doctores José R. Sandoval y Ricardo Fujita de la Universidad de San Martín de Porres de Lima, permitió a la red continuar con estudios sobre la historia de las sociedades precolombinas de los Andes, en particular, sobre la genealogía de los descendientes de los Incas.
Entre los coautores de la publicación, aparte de mi persona como experto en la genealogía de los Incas, se incluye el antropólogo Donaldo Pinedo (del Cusco) y otros investigadores del laboratorio del Dr. Fabrício R. Santos, y de Bolivia, grupo liderado por la Dra. Susana Revollo.
La publicación original en inglés se encuentra disponible aquí: https://link.springer.com/article/10.1007/s00438-018-1427-4
/1. Este artículo es una ampliación de la nota de prensa con más detalles del artículo
/2. Parte de mi investigación
Debido a que aún no se cuenta con registros de momias o restos óseos de los gobernantes Incas, el estudio usó el abordaje genealógico y genético para rastrear las “marcas” genéticas de sus descendientes, cuyos linajes paternos están documentados en los archivos coloniales del Perú y que son investigados hasta la actualidad /2.
Las muestras se tomaron a 18 individuos varones, que representan a 12 familias en su mayoría de los distritos de San Sebastián y San Jerónimo en el Cusco. Los resultados de ese estudio desvelaron linajes distintivos que descienden de dos diferentes fundadores quienes podrían estar vinculados a los emperadores Incas, y a una expansión que se dio en los Andes durante el Período Intermedio Tardío (1000-1450 AD).
El primer fundador está relacionado a cinco familias (ocho individuos), todos pertenecientes a las parcialidades (antes llamados ayllus) Sucso y Aucaylle de los distritos San Jerónimo y San Sebastián cerca de la ciudad del Cusco.
Los gobernantes Inca en: Museo de Arte de Lima (MALI) |
Los parientes más cercanos de estas cinco familias son una familia de Cusco (dos individuos), que en la época colonial pertenecía al ayllu Avaynin, los descendientes del gobernador Lloque Yupanqui - una familia de la mitad hurin - a diferencia de los Sucso-Aucaylle, que pertenecían a la mitad hanan.
Otros parientes cercanos de estas familias son cinco individuos de la isla Anapia y la comunidad de Santa Rosa de Yanque del Lago Titicaca, y tres individuos del Cañon de Colca y Chuquibamba en Arequipa y Ayacucho, respectivamente.
Según el cronista Fray Alonso Ramos Gavilán (1570-1639), el primer gobernador Inca del Collasuyo, incluyendo el Lago Titicaca, fue Apu Inga Sucso, nieto de Viracocha. Lo que indica que hay un vínculo histórico entre esa zona y el ayllu Sucso.
El segundo fundador está relacionado a un solo individuo entre estos 18 descendientes. Sin embargo, en la base de datos general se ha encontrado que él es un pariente cercano de 32 otros individuos, de diferentes partes del Perú: aparte del departamento del Cusco (incluido Pacaritambo), aparecen vínculos en Amazonas, Arequipa, Ayacucho, Junín y Puno, y fue identificado como AWKI-2.
Se ha calculado que el ancestro en común de varios de ellos vivió hace 30 generaciones, o sea 900 años atrás, alrededor 1100 AD. La expansión de este grupo ocurrió entre 1000 y 1450 AD durante el Periodo Intermedio Tardío.
Estos son los resultados de una primera investigación del ADN de los Incas, que da pistas fascinantes para seguir indagando. Además, demuestra claramente la continuidad de los ayllus Sucso y Aucaylle desde el siglo XV. Naturalmente se tendrán más luces con estudios de DNA antiguo, si se logra encontrar restos de familiares inmediatos de los gobernantes Inca.
Una colaboración internacional en curso
Este estudio comenzó con una red colaborativa de genetistas sudamericanos hace aproximadamente 11 años, en el curso del Proyecto Genográfico Sudamericano dirigido por el Dr. Fabricio Santos de la U. Federal de Minas Gerais (UFMG), Brasil. Este proyecto contribuyó en la reconstrucción histórica de algunos pueblos, tales como Los Uros de Perú y Bolivia, así como de los Kechwa Lamistas del departamento de San Martín.
El trabajo fue financiado principalmente por la National Geographic Society (NGS) de EE. UU y un segundo financiamiento al equipo peruano liderado por los doctores José R. Sandoval y Ricardo Fujita de la Universidad de San Martín de Porres de Lima, permitió a la red continuar con estudios sobre la historia de las sociedades precolombinas de los Andes, en particular, sobre la genealogía de los descendientes de los Incas.
Entre los coautores de la publicación, aparte de mi persona como experto en la genealogía de los Incas, se incluye el antropólogo Donaldo Pinedo (del Cusco) y otros investigadores del laboratorio del Dr. Fabrício R. Santos, y de Bolivia, grupo liderado por la Dra. Susana Revollo.
La publicación original en inglés se encuentra disponible aquí: https://link.springer.com/article/10.1007/s00438-018-1427-4
/1. Este artículo es una ampliación de la nota de prensa con más detalles del artículo
/2. Parte de mi investigación
sábado, 3 de febrero de 2018
LOS CCORIMANYA: UN LINAJE INCA REPRESENTANDO A SU COMUNIDAD
La comunidad campesina de Sucso-Aucaylle del distrito de San Jerónimo en Cusco celebró el pasado diciembre sus 50 años de fundación. Sin embargo su historia va mucho más allá de 1967, porque esta comunidad es en realidad la continuación de dos ayllus imperiales incas que ya se ubicaban aquí en el siglo XVI. De los 21 presidentes que ha tenido esta comunidad, 12 han sido descendientes de la antigua nobleza incaica, perteneciendo a estos dos ayllus con apellidos como Atayupanqui, Berreras, Ccorimanya, Sinchi Roca y Ttito. Uno de ellos, Jorge Ccorimany Berreras, ocupó en tres ocasiones el cargo.
Los miembros de los ayllus Sucso y Aucaylle son descendientes de los gobernadores Viracocha e Yahuar Huacac y ya en el imperio Inca estos dos ayllus aparecen juntos. Según las investigaciones de Tom Zuidema sus miembros eran responsables de los rituales de los meses pacha pucuy y ayrihua del calendario inca (1), más o menos la época de la mitad de febrero hasta la mitad de abril, la preparación de la cosecha y el inicio de la cosecha.
El espacio de estos dos ayllus pertenecía a la mitad del hanan cusco. Según el historiador francés Laurent Segalini su centro ceremonial era Callachaca (2), ahora parte del sitio arqueológico Sacsayhuaman.
En la colonia los dos ayllus fueron reducidos a los pueblos de San Sebastián y San Jerónimo en el valle del rio Huatanay, debajo de Callachaca, donde tuvieron que compartir los terrenos fértiles con cada vez más haciendas de órdenes religiosas y de propietarios criollos. Esta situación duró desde el siglo XVI hasta el siglo XX. El 29 de Diciembre 1967 la comunidad campesina Sucso-Aucaylle fue fundada. Después de la Reforma Agraria terrenos de haciendas fueron (de nuevo) incorporados a la comunidad indígena.
Moisés Ccorimanya descendiente de una familia noble del ayllu Aucaylle cuenta que ahora hay 233 comuneros, que tienen cada uno entre 500 y 15,000 m2. Alrededor del 70-75% de los terrenos de la comunidad son terrenos ancestrales y privados, el resto, que pertenecía antes a haciendas, es comunal.
Entre 1967 y 2018 la comunidad campesina Sucso Aucaylle ha tenido 21 presidentes. Algunos han ocupado este cargo más de una vez. El primo de Moisés, Jorge Ccorimanya Berreras, ha sido el único quien en tres ocasiones ha sido presidente: 1975-1976, 2003-2004 y 2009-2010.
Los comuneros eligen para cada dos años un presidente. Durante la primera gestión de Jorge se concretizó la afectación y adjudicación de los terrenos de la hacienda Bellevista-Miraflores y sus anexos.
La comunidad se constituyó como una empresa comunal integrada por feudatarios y comuneros según la Ley de Reforma Agraria (17716).
De estos 21 presidentes, 12 eran descendientes de la antigua nobleza incaica, por su padre o madre, aparte de Jorge Ccorimanya: German Ttito Berreras, Inocencio Fernández Atayupanqui, Ángel Ttito Atayupanqui, Nicanor Rumuacca Atayupanqui, Antonio Berreras Achahui, Giraldo Romuacca Atayupanqui, Valerio Berreras Vallenas, Luis Ccorimanya González, Mario Chihuantito Atayupanqui (hijo de Isabel Atayupanqui Pachacutec), Guido Hugo Arenas Atayupanqui y Flora Sinchiroca Zuñiga (hermana de Octavio Sinchiroca).
Los productos principales de la comunidad son maíz, habas, quinua, papa, alverjas, tarwi y hortalizas, sobre todo por el consumo en el pueblo de San Jerónimo mismo. El agua para el riego viene de la montaña Huanacauri. Un comité de riego maneja las canales de irrigación. Pero de los ocho kilómetros, siete han sido entubados, entonces ya no hay la limpieza comunal de las acequias en donde el unucamayoq organizó la música y la comida para la gente de la comunidad que limpiaba junto los canales.
Esta tradición ha desaparecido, pero Moisés añade que todavía cada año fines de junio se hace una ofrenda a los ojos de agua en Q’ente Killay y Pumahuanca en la pie del apu Huanacauri. Un chamán ofrece en nombre de la comunidad un ‘despacho’ relacionado a la fecundidad y fertilidad con productos agrícolas.
Si esa tradición va a continuar es inseguro. La comunidad está construyendo un reservorio más arriba en la montaña, porque la demanda por agua potable ha crecido mucho. Este reservorio va a captar agua que hoy en día se usa por la agricultura.
Como en todo el país, también in San Jerónimo los urbanizaciones aumentan. Dentro la comunidad Sucso Aucaylle había en 1992 cinco asentamientos humanos de migrantes de otras partes del departamento del Cusco o más lejos con en total 1,500 habitantes, ahora hay 25 con 10,000 habitantes, explica Moisés. Y ese genera mucha más demanda de agua potable.
El 29 de Diciembre 2017 la comunidad campesina no solo celebró su 50 años, además contrató varios investigadores: la pareja de antropólogos Carmen Escalante y Ricardo Valderrama y el historiador Alex Iván Usca Baca, para conocer y difundir su historia. “Siempre hemos empujado esto”, dice Moisés Ccorimanya, “es ahora más que nunca importante que la gente sabe, que la juventud sabe de dónde venimos. Si olvidamos, es como no hubiéramos existido”.
Linaje
Félix Ccorimanya * ...; Noble del ayllu Aucaylle
x 1794
Cristina Suta * …
Mariano Ccorimanya Suta * …; Noble del ayllu Aucaylle
x 1843
Paula Lloclla * …
Mariano Ccorimanya Lloclla * 1842
x 1884
Isabel Haucatincco * ...
Lorenzo Ccorimanya Auccatincco * ...
x ...
Rufina Sinchirocca Atayapanqui * 1887
Mateo Ccorimanya Sinchi Roca * 1911 Augusto Ccorimanya Sinchi Roca * 1922
x 1961 x ...
Juana Huamán Cabrera * … Justina Berreras Lázaro * 1925
Moisés Ccorimanya Huamán * 1963 Jorge Ccorimanya Berreras * 1951
Fuentes:
(1) Zuidema, Tom R. – El calendario Inca. Lima, Fondo editorial del Congreso del Perú, 2010
(2) Segalini, Laurent – Organización socio-espacial del Cuzco prehispánico: datos sobre la repartición de tierras de los grupos aristocráticos incas en Revista Andina 49, Cusco 2009
Los miembros de los ayllus Sucso y Aucaylle son descendientes de los gobernadores Viracocha e Yahuar Huacac y ya en el imperio Inca estos dos ayllus aparecen juntos. Según las investigaciones de Tom Zuidema sus miembros eran responsables de los rituales de los meses pacha pucuy y ayrihua del calendario inca (1), más o menos la época de la mitad de febrero hasta la mitad de abril, la preparación de la cosecha y el inicio de la cosecha.
El espacio de estos dos ayllus pertenecía a la mitad del hanan cusco. Según el historiador francés Laurent Segalini su centro ceremonial era Callachaca (2), ahora parte del sitio arqueológico Sacsayhuaman.
En la colonia los dos ayllus fueron reducidos a los pueblos de San Sebastián y San Jerónimo en el valle del rio Huatanay, debajo de Callachaca, donde tuvieron que compartir los terrenos fértiles con cada vez más haciendas de órdenes religiosas y de propietarios criollos. Esta situación duró desde el siglo XVI hasta el siglo XX. El 29 de Diciembre 1967 la comunidad campesina Sucso-Aucaylle fue fundada. Después de la Reforma Agraria terrenos de haciendas fueron (de nuevo) incorporados a la comunidad indígena.
Moisés Ccorimanya descendiente de una familia noble del ayllu Aucaylle cuenta que ahora hay 233 comuneros, que tienen cada uno entre 500 y 15,000 m2. Alrededor del 70-75% de los terrenos de la comunidad son terrenos ancestrales y privados, el resto, que pertenecía antes a haciendas, es comunal.
Jorge Ccorimanya Berreras Foto: Ronald Elward |
La comunidad se constituyó como una empresa comunal integrada por feudatarios y comuneros según la Ley de Reforma Agraria (17716).
De estos 21 presidentes, 12 eran descendientes de la antigua nobleza incaica, por su padre o madre, aparte de Jorge Ccorimanya: German Ttito Berreras, Inocencio Fernández Atayupanqui, Ángel Ttito Atayupanqui, Nicanor Rumuacca Atayupanqui, Antonio Berreras Achahui, Giraldo Romuacca Atayupanqui, Valerio Berreras Vallenas, Luis Ccorimanya González, Mario Chihuantito Atayupanqui (hijo de Isabel Atayupanqui Pachacutec), Guido Hugo Arenas Atayupanqui y Flora Sinchiroca Zuñiga (hermana de Octavio Sinchiroca).
Los terrenos de la comunidad campesina Sucso-Aucaylle Foto: R. Elward |
Esta tradición ha desaparecido, pero Moisés añade que todavía cada año fines de junio se hace una ofrenda a los ojos de agua en Q’ente Killay y Pumahuanca en la pie del apu Huanacauri. Un chamán ofrece en nombre de la comunidad un ‘despacho’ relacionado a la fecundidad y fertilidad con productos agrícolas.
Si esa tradición va a continuar es inseguro. La comunidad está construyendo un reservorio más arriba en la montaña, porque la demanda por agua potable ha crecido mucho. Este reservorio va a captar agua que hoy en día se usa por la agricultura.
Como en todo el país, también in San Jerónimo los urbanizaciones aumentan. Dentro la comunidad Sucso Aucaylle había en 1992 cinco asentamientos humanos de migrantes de otras partes del departamento del Cusco o más lejos con en total 1,500 habitantes, ahora hay 25 con 10,000 habitantes, explica Moisés. Y ese genera mucha más demanda de agua potable.
El 29 de Diciembre 2017 la comunidad campesina no solo celebró su 50 años, además contrató varios investigadores: la pareja de antropólogos Carmen Escalante y Ricardo Valderrama y el historiador Alex Iván Usca Baca, para conocer y difundir su historia. “Siempre hemos empujado esto”, dice Moisés Ccorimanya, “es ahora más que nunca importante que la gente sabe, que la juventud sabe de dónde venimos. Si olvidamos, es como no hubiéramos existido”.
Linaje
Félix Ccorimanya * ...; Noble del ayllu Aucaylle
x 1794
Cristina Suta * …
Mariano Ccorimanya Suta * …; Noble del ayllu Aucaylle
x 1843
Paula Lloclla * …
Mariano Ccorimanya Lloclla * 1842
x 1884
Isabel Haucatincco * ...
Lorenzo Ccorimanya Auccatincco * ...
x ...
Rufina Sinchirocca Atayapanqui * 1887
Mateo Ccorimanya Sinchi Roca * 1911 Augusto Ccorimanya Sinchi Roca * 1922
x 1961 x ...
Juana Huamán Cabrera * … Justina Berreras Lázaro * 1925
Moisés Ccorimanya Huamán * 1963 Jorge Ccorimanya Berreras * 1951
Fuentes:
(1) Zuidema, Tom R. – El calendario Inca. Lima, Fondo editorial del Congreso del Perú, 2010
(2) Segalini, Laurent – Organización socio-espacial del Cuzco prehispánico: datos sobre la repartición de tierras de los grupos aristocráticos incas en Revista Andina 49, Cusco 2009
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