sábado, 25 de enero de 2014

NOBLEZA INCA DESAPARECE DE LA VISTA EN EL SIGLO XIX

Ubicación de las familias nobles Inca ca. 1820
En los albores de la Independencia del Perú, a inicios del siglo XIX, la nobleza Inca cusqueña todavía vivía en los barrios a los que habían sido asignados por el virrey Toledo en el siglo XVI. Eran las llamadas ocho parroquias de los indios.

La política colonial española de esa época había obligado a los descendientes imperiales a dejar sus palacios en el centro de Cusco a los nuevos dueños de su imperio. Los nobles indígenas fueron reubicados en los alrededores de Cusco, donde ya tenían tierras.

Esta reubicación fue por grupos – panacas o ayllus imperiales – de descendientes. Por ejemplo los descendientes de Huayna Cápac vivían en San Cristóbal. Aquí Cristóbal Paullu Inca, hijo de Huayna Capac, recibió de los españoles el palacio Colcampata. Los de Túpac Yupanqui y Pachacutec dejaron su palacios (lo de Tupac Yupanqui es ahora ocupado por Scotiabank) para mudarse a la parroquia de San Blas.

250 años después, muchos de los descendientes Inca todavía vivían en esas parroquias (cada zona había sido asignada a una iglesia). Aunque se habían desplazado a otros sectores, como los Ramos Titu Atauchi, descendientes de Huayna Cápac, que se fueron al barrio de Santa Ana y dejaron San Cristóbal. La ubicación de estas familias nobles aparece en los registros notariales que contienen las compras y ventas de propiedades.

La Cuesta de Santa Ana donde vivían las hijas de Pumacahua
También se puede ver que había concentraciones de familias nobles. En 1820, por ejemplo, en el barrio de Santa Ana vivían todavía los descendientes de la antigua familia cacical de origen Chachapoya: los Oclocana; y la familia cacical de ese entonces: los Ramos Titu Atauchi, y sus primos: los Soria Condorpusa. En la Cuesta de Santa Ana vivían las hijas de Mateo Pumacahua.

En la plaza de Santiago vivían los Sahuaraura, los Guamantica y la rama principal de los Huamanrimachi, herederos de la familia cacical original de este zona; los Yarisi. Otra concentración se daba en los barrios Ahuacpinta y Mutcapucyo, detrás de la actual iglesia de Santo Domingo y en los límites con San Blas. Los Pumainga, Yanquirimachi y Quispesucso tenían sus propiedades aquí.
 
Con los ojos del presente es difícil imaginarse estas diferencias, porque los barrios de Santa Ana, San Cristóbal y San Blas actualmente son parte del centro de la ciudad de Cusco. Aun así, en la actualidad casi no existen descendientes Inca en las zonas tradicionales de Cusco.

Esto pasó mayormente durante el Siglo XIX. Especialmente a partir de 1830 las familias empezaron a vender sus propiedades, a veces haciendas, pero generalmente casonas y tierras. Después de 50 años, alrededor de 1880, la mayoría había vendido sus casas ancestrales. Algunas familias se extinguieron, como los Guamantica, y muchos de los otros desaparecieron de la vista pública.